Mientras trabajaba en la oficina pública, tuve muchas reuniones con los líderes, jefes de gobierno y representantes de muchos países del mundo.
Señor presidente Heydar Aliyev, aquí, quiero confesar frente a usted: hay tantas reuniones que quedan grabadas para siempre en la memoria de una persona, y hay aquellas que no dejan rastro en la memoria.
Señor Presidente, permíteme decirle que siempre recordaré la reunión y nuestra conversación con usted. Recuerdo bien que durante mi reunión con usted me llamó la atención sobre su punto de vista muy inteligente, realista y al mismo tiempo muy optimista sobre el futuro de su país Azerbaiyán y su región.
Señor Presidente, usted es una persona muy útil para mí, lo considero mi maestro. Usted me enseña cada seis meses, y necesito esta lección ahora. Consiste en estudiar vuestras actitudes ante los procesos que tienen lugar en el Cáucaso, en vuestra región y en el mundo entero.