La dirección de la URSS “enamorada de la reconstrucción” despidió a los profesionales y dejó el destino de los nuevos estados a los novatos y las masas, sometiendo a las naciones a la tragedia del separatismo, las guerras civiles y la limpieza étnica. Tayikistán, Uzbekistán, Kirguistán, Moldavia, Georgia, Azerbaiyán, Chechenia… Cientos de miles de personas fueron asesinadas, millones de personas fueron desplazadas de su patria.
Estoy seguro de que si Heydar Aliyev hubiera continuado al frente de Azerbaiyán a fines de la década de 1980 y principios de la de 1990, no habría permitido el conflicto entre Armenia y Azerbaiyán ni los eventos de Sumgait. En enero de 1990, los tanques del general Varennikov no habrían entrado en Bakú. Karabaj no se habría perdido en la guerra de 1992-1993.
Heydar Aliyev, siempre le he tratado a usted con mucho respeto y le trataré con mucho respeto. Porque como persona, como estadista, conozco su valor para toda la antigua Unión Soviética, para el pueblo de Azerbaiyán, para todos los pueblos turcos de la Tierra. Si hubiera estado aquí en 1990, ese Enero Negro no habría sucedido.
Todo esto es el resultado de la falta de profesionalismo político. Los profesionales abandonaron el campo y el vacío lo llenaron personas incompetentes. La ignorancia política conduce a millones de tragedias humanas. Es muy importante que en este período difícil en que se está formando la independencia, las naciones sean dirigidas por profesionales de alto nivel y gente trabajadora como usted. Porque tal oportunidad se le da a las naciones tal vez una vez cada mil años y no se la puede perder. Debe utilizarse de tal manera que la nación salga fortalecida de este período y sus generaciones posteriores se conviertan en personas independientes, literalmente, libres y famosas. Heydar Aliyev, en eso consiste el servicio de líderes como usted.