He visto muy bien dónde ha llegado Azerbaiyán bajo su liderazgo. Si una persona ve algo todos los días, no siente los grandes cambios, pero cuando vi Azerbaiyán después de una pausa de diez años, me quedé asombrado y mi corazón se llenó de gratitud. Todo ha sido tan maravilloso que la satisfacción en los rostros de la gente, la confianza en sí mismos de los soldados, el trabajo realizado, la fortaleza de las Fuerzas Armadas, todo esto demuestra claramente que se han producido grandes cambios en todos los campos. Todo el mundo sabe que estos se lograron con la gran dirección de Vuestra Excelencia.